Compulsión.

Es impresionante la manera en la que a veces escribo compulsivamente.

A veces pasan días sin que escriba ni un hola aquí, pero llegan momentos en los que puedo escribir hasta 3 entradas o más de un jalón. Bueno sí, no son las entradas más largas que pueda haber aquí, pero... Son las más sinceras, puesto que son las que escribo en el momento en el que me llegan, así, instantáneas. Son las que dejan ver más que tipo de persona soy.

Sincera. Berrinchuda. Pesimista, algunas veces. Pensativa. Infantil. Son algunas de mis cualidades, virtudes, caracteristicas y defectos.

Soy todo un cocktail de sabores, olores, texturas, visiones. Simplemente, soy yo. Y si usted, mi querido lector, no está de acuerdo con eso, pues que pena, porque ése es su problema.

Me podrá usted decir hasta de lo que me voy a morir, pero... ¿Usted es lo suficientemente necio que si le dicen que no conduzca ebrio hacia el barranco porque se caerá, lo hace? Yo sí. Hasta que no caiga al vacío, aprendería.

Obviamente, ése es un ejemplo, un tanto burdo. Desgracidamente, así soy. Si no es con madrazos y a la mala, no hago caso, no aprendo. ¿Y sabe qué? Es doloroso. Cuesta muchas lágrimas. Aunque, creo que es del aprendizaje más significativo el que arde en carne viva y propia.

Debo de ir a dejar mis compulsiones en algún lado.